El escolta del Etiquetas Macho Morón, líder del grupo D en valoración y anotación
Fulgencio Casanova está siendo la gran estrella a nivel individual en lo que llevamos de temporada en el grupo D de la Liga EBA, una competición de la que se ha convertido en su MVP justo cuando se ha llegado al ecuador de la fase regular.
Fulgencio Casanova
El escolta sevillano del Etiquetas Macho Morón lidera las dos principales estadísticas individuales, ya que es el máximo anotador con un promedio de 20.3 puntos por partido (es el único que supera los 20 puntos por cita) y también comanda la clasificación en la carrera por el MVP, ya que con 24.1 de valoración por encuentro supera ampliamente al checo del Cajasol Ondrej Balvin, segundo en la lista con 20.8.
Casanova ha disputado siete encuentros (no pudo jugar en la cancha del Cáceres por lesión) promediando 34 minutos en pista, en los que además de esos 20.3 puntos por choque –con una máxima anotación de 31- adorna sus estadísticas con un 56.5% en tiros de dos, un 38.7 en tiros de tres y un 90% en tiros libres. Además, aporta 7.6 rebotes y dos asistencias por encuentro, con algo más de dos robos por choque que nivelan las 2.4 pérdidas que firma por partido. Con todos esos datos, el escolta del Etiquetas Macho alcanza un 24.1 de valoración que por el momento le dejan fuera del alcance de sus rivales.
Los números de Fulgencio son una gran noticia para el baloncesto andaluz y para él mismo, ya que a sus 26 años recién cumplidos suponen la recuperación de una de las mayores promesas que ha dado la cantera sevillana en los últimos años. Desde su Coria natal, Casanova pasó muy pronto a las categorías inferiores del Caja San Fernando (hoy Banca Cívica Cajasol), donde empezó a brillar por sus dotes ofensivas y su físico pese a que se quedó en 1.92. En su etapa júnior, Fulgencio llegó a proclamarse campeón de España en junio de 2003 dejando para el recuerdo los 27 puntos que le hizo en la final al Estudiantes, actuaciones que le valieron para ser elegido MVP del torneo por delante de jugadores de la talla de Rudy Fernández.
Pero ese mismo año, una lesión le privó de jugar con la selección española de la categoría, a la que estaba convocado. Ahí comenzó una de las constantes en su carrera, unos problemas físicos que no le han dejado en muchos casos explotar todas sus facultades.
Superada esa primera lesión, Casanova jugó tres años con el Cajasol en la EBA (siempre por encima de los 10 puntos por partido) e incluso debutó en la ACB en la te4mporada 04-05 de la mano del entonces entrenador Velimir Perasovic, que le dio la oportunidad en un encuentro ante el Tenerife.
Dos años con el Qalat en la LEB Plata fueron el prólogo a su fichaje por el Burgos de la Adecco Oro, uno de los aspirantes al ascenso a la ACB que en verano de 2009 confió en el sevillano para completar sus rotaciones en busca del salto de categoría. Pero en su primera sesión de entrenamiento en la pretemporada con el equipo burgalés, Casanova se resintió de una lesión de rodilla que ya le tuvo fuera de combate muchas semanas en la temporada anterior. Parecía que sólo eran unas molestias, pero al final la lesión fue mucho más grave y le tuvo de baja toda la temporada, frustrando su ilusionante fichaje por el Burgos.
Mediada la pasada campaña, y tras un calvario de muchos meses de trabajo solitario de rehabilitación, Fulgencio regresó a las pistas con el equipo de su pueblo, el Coria de Primera Nacional, con el que llegó a disputar las eliminatorias de ascenso a la Liga EBA recuperando las buenas sensaciones y el deseo por volver a jugar al baloncesto. Así, esos meses fueron suficientes para olvidar todo lo pasado y comenzar una nueva etapa con el Etiquetas Macho, un equipo al que tras una complicada primera sólo le falta encontrar la regularidad necesaria para meterse entre los tres primeros y volver a jugar por el ascenso a la Adecco Plata. Seguro que los puntos de Fulgencio Casanova no faltarán.
FUENTE FAB
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